domingo, 9 de enero de 2011

ILUSTRACIÓN: LUZ QUE TRAE MÁS OSCURIDAD




La razón fue considerada como una facultad mental compartida por todos los que elegían "cultivarla". Entre sus connotaciones estaban el "sentido común", el ejercicio del "buen criterio" y el desarrollo del "gusto"; acompañados por una participación "saludable" en las metas activas humanas. Aplicada a las artes la "razón" denotó la búsqueda de formas expresivas y sentimientos de suficiente universalidad y validez para ser aceptados por todos los partidarios de los principios del "buen gusto" y el "juicio". Esto fue precisamente lo que tomó cuerpo en el Neoclasicismo. No obstante, la reacción a esto - esperable - se hizo sentir en las corrientes subterráneas de un anti-racionalismo que se convertiría en el germen de lo que más tarde sería el Romanticismo y de otras corrientes estéticas del siglo XIX. El concepto de "civilización" surgiría como la imposición de los principios "racionales" de la "educación" a una naturaleza originalmente "salvaje". A pesar de la aversión a los aspectos excesivamente materialistas del comercio, la utilización del dinero y la transacción se consideraban públicamente un elemento civilizador.

2 comentarios:

Paz dijo...

matías...hazme saber cuan oscuros podemos llegar a ser cuando inconcientemente en el fondo nos encontramos con los infinitos espejos que la luz nos da dia a dia...en otras palabras la oscuridad es nuestro alter ego sumergido moralmente y que se encarga de atormentarnos por la fuerza natural que este tiene. es el eterno pesar del ser humano que cae en su propia trampa anexada tácitamente y de manera heredada por la razon social de nuestros antepasados...

sereneltexto dijo...

Por lo psicológico podría ser ah. Pero mi oscuridad es más metafísica que otra cosa. Pascal era un moderno, igual que Montaigne. Concuerdo con ellos en el sentido de pensar que el ser humano no es otra cosa que algo mínimo y singular perdido en un oceáno infinito de oscuridad y que jactarse de saber algo de éste, por más grande que eso pretenda ser, es algo jocoso y que despierta la miseria y la misericordia por el que pretende profitar de tal sabiduría. Creo pertenecer a una época que, en todos sus pesares, aciertos y características, es muy similar a una Edad Media. Lo siento mucho por los que vendrán.