viernes, 12 de marzo de 2010

NO SOMOS



No somos lo que parecemos ser con arreglo a aquellas condiciones de las cuales tenemos únicamente conciencia y sólo para las cuales tenemos palabras. Lo que resentimos como propio forma parte de un tejido más intrincado del que nuestra red conceptual sólo atrapa los nudos salientes. Y sin embargo, la opinión que tenemos de nosotros, opinión que nos hemos formado por esta falsa senda, trabaja para formar nuestro carácter y nuestros destinos. No sabemos qué somos, pero sí qué demanda nuestra condición de existencia. No existe una brújula que diga a qué estoy destinado, pero sé si algo me retiene en lo estacionario o me lleva más allá. Y es en esos pasos reconocidos como decisivos donde martillea la idea de destino. En la euforia del traspaso late el amor de sí, de la propia vida y contra lo que la rebaja. Que es lo estereotipado: las redes que nos imponen las valoraciones y designaciones que creemos propias.

2 comentarios:

Cy dijo...

"No sabemos qué somos, pero sí qué demanda nuestra condición de existencia"


A partir de esto se puede llegar a hacer mucho. Lo importante es no perder ese sexto sentido, esa iluminación interna/divina. Esa fidelidad a uno mismo. Yo digo.

sereneltexto dijo...

Si, claro: cuando autodeterminación y actitud de entrega a sí mismo llega a un punto de autoconocimiento que parece ilimitado, entonces uno sabe cuánto dar o no dar, cuánto prestarse a los otros o no. Conoces tu cuerpo, por ejemplo, y sabes cuanto pedirle a eso. Conoces tus emociones y cuánto debes o no debes hacer, cuánto dar cuánto no. Siempre hay algo de misterio en todo esto, digo yo, aunque no se puede uno pasar el tiempo haciéndose el imbécil con los propios deseos, frustraciones y obligaciones que tiene para sí mismo. Yo digo, también.