viernes, 20 de febrero de 2009

LO VIVO, EL LENGUAJE Y LO INERTE


El lenguaje envejecido y serializado es una rémora para la vida. Pero eso no constituye un rasgo específico o privativo suyo: en realidad ningún lenguaje puede ser fiel a la experiencia vital. Cada experiencia es única y fugaz, mientras que toda palabra lleva consigo el peso de una historia. La vida fluye incesantemente, mientras que el lenguaje permanece. Las palabras intentan atrapar las experiencias, pero, cuando parece que lo consiguen, esas experiencias ya no existen. Ocurre lo que con todo conocimiento:

...mientras permanece mudo, mientras el deleite del hallazgo no le deja llegar a la comprensión [ el escritor o el investigador] cree tener oro en la mano. Pero si quiere expresarlo, si quiere dar un nombre al hallazgo, si quiere comunicar el conocimiento, entonces experimenta que o bien no se ha acercado nada al conocimiento (...), o bien el oro que creyó tener en la mano y que no quería soltar se trueca en hojarasca o ceniza.

El lenguaje desvaloriza. Es como un filtro que hace perder intensidad. A través de él el presente se convierte en pasado, la memoria se impone sobre la sensación, y el “vaho del recuerdo” debilita o decolora las experiencias o conocimientos. Por eso quien posee un mayor dominio del lenguaje afronta la vida con mayor serenidad. Porque todo dolor se da en una presencia inmediata y el lenguaje representa una mediación distanciadora. Al alejar su presencia, al difuminarla en el recuerdo, el lenguaje quita viveza a la experiencia y atempera su efecto de dolor. Para bien o para mal, el lenguaje actúa como una fuerza moderadora sobre el presente, precisamente porque no habita en él.

Casals refiere a Mauthner en Afinidades Vienesas.

3 comentarios:

hueon snob. dijo...

to quote ronald reagan kids, menos es más. solo digo.

Anónimo dijo...

La frase de Mies van der Rohe, ese caudillo épico de la Bauhaus, "menos es más", convertida en laconismo, tan típico de los anglicismos de la colonia norteamericana: esa fraseología desplegada como fantasmagoría sonora de los sujetos hechos de cáscara. Es para decaer en mares de decepción. A la densidad su densidad, a la supeficie su imagen desiderativa.
Aporía.

sereneltexto dijo...

Hola Pablo: dices más menos bien, pero hay algo de razón en el anónimo, puesto que las categorías varían de contexto a contexto. Una manera de fomentar la reificación (o cosificación) es la abreviación despojada de todo sentido: Se abarca mucho, en algo destiñe la tonalidad del texto.